El crudo extrapesado no fluía bien desde el pozo, por lo que había que adicionar diesel o condensados. La solución, para dejar de inyectar productos que mejoran la viscosidad de este crudo, fue diseñar e instalar un calentador de fuego indirecto a pie de pozo. Al calentarse el crudo, baja la viscosidad y se hace un efecto de succión, lo cual permite que el pozo produzca crudo sin necesidad  de usar “mejoradores” químicos de crudo ni otros productos, ni sistema de bombeo mecánico.

El diseño de este tipo de calentadores sigue un concepto significativamente diferente que otros que hemos fabricado para calentar gas natural, en cuyo caso tienen el objetivo de evitar la formación de hidratos, mientras que en el crudo pesado se trata de mejorar la viscosidad para su transporte.